Hace un año que partió aquel tren silencioso,
dejando atrás estaciones dormidas en calma;
las vías aún sienten la nostalgia en su frío acero,
el eco distante de una historia sin palabras.

En el andén quedaron flores que nunca mueren,
pétalos intactos, guardando instantes eternos,
promesas susurradas al viento que hoy se pierden,
viajeras invisibles en un tiempo sin inviernos.

El reloj se detuvo a la hora exacta del recuerdo,
sus agujas quietas, como esperando tu regreso;
mientras en secreto la vida sigue avanzando lento,
yo me quedé habitando un sueño aún preso.

Tu recuerdo es la sombra dulce de una primavera,
que no termina nunca, aunque cambien las estaciones;
y aunque nuestras raíces crecían juntas bajo tierra,
el cielo nos pedía volar hacia otros horizontes.

Te extraño en silencio, como el árbol al verano,
que guarda en sus hojas la memoria del calor;
y aunque el destino trace un camino lejano,
sigues siendo el latido eterno de mi amor.

Hoy miro las vías, vacías, en este frío andén,
comprendo que tu tren ya no regresará;
pero guardo en mí la última flor de aquel jardín,
un amor imposible que jamás marchitará.

By JDSV

Deja una respuesta