El cielo parece suspirar despacio,
como si escribiera en su quietud
las historias que nunca se dijeron.
La luna observa desde su altura,
un faro callado entre las sombras.

El viento, cómplice de recuerdos,
susurra murmullos cálidos,
ecos de risas que flotan suaves,
como hojas que nunca tocan el suelo.

Las estrellas tiemblan en la noche,
sus luces dibujan rutas imposibles.
Hay senderos que parecen cruzarse,
pero solo rozan el infinito,
dejando huellas que no se tocan.

Tu ausencia es un jardín sin estaciones,
un rincón donde las flores no marchitan,
un lugar donde el tiempo se detiene
guardando el aroma de un pasado aún vivo.

Si hoy sientes una brisa distinta,
un roce suave en tu mejilla,
es el eco de un susurro perdido:
“felices días a la flor más bella,
que brota eterna en el jardín del tiempo”.

By JDSV

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